"No te sientas llanecita nunca. Aprende a no perder la vista, a no sucumbir ante la miopía del que vive en la ciudad. Ármate de los sueños para no perder la vista. Olvídate que podrás alcanzar alguna vez lo que llaman “normalidad sexual”, ni esperes que el amor te traiga paz. El sexo es el acto de las tinieblas y el enamoramiento la reunión de los tormentos. Nunca esperes que lograrás comprensión con el sexo opuesto. No hay nada más disímil ni menos dado a reconciliación. Tú, practica el miedo, el rapto, la pugna, la violencia, la perversión y la vía anal, si crees que la satisfacción depende de la estrechez y la posición predominante. Si deseas sustraerte a todo comercio sexual, aún mejor.
Para el odio que te ha infectado el censor, no hay remedio mejor que el asesinato. Para la timidez, la autodestrucción. A donde mejor se practica el ritmo de la soledad es en los cines. Aprende a sabotear los cines.
No accedas al arrepentimiento, ni a la envidia ni al arribismo social".
Para el odio que te ha infectado el censor, no hay remedio mejor que el asesinato. Para la timidez, la autodestrucción. A donde mejor se practica el ritmo de la soledad es en los cines. Aprende a sabotear los cines.
No accedas al arrepentimiento, ni a la envidia ni al arribismo social".
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